La función del pasado 15 de enero en beneficio de ASPANSOR (Asociación de Padres de Niños Sordos) no cabe duda de que fue muy especial para Teatropello. El hall del Centro Cívico Teodoro Sánchez Punter se llenó de color y de risas desde una hora antes: jóvenes voluntarios de la Asociación hicieron las delicias de pequeños y mayores regalando narices rojas o animando a posar de forma divertida ante un particular photocall. Ya en la sala, el ambiente no pudo ser más cálido y la representación fluyó al compás de un público totalmente entregado.
Y mientras tanto, ¿qué pasaba entre bambalinas? Teatropello tuvo el placer de compartir espacio con Joshua, Alfonso y Mingus y de ser testigos de lo que nadie vio: la increíble velocidad de Joshua para que los subtítulos llegasen a la pantalla al mismo ritmo que las escenas; la discreción y buen hacer de Alfonso para que la tecnología necesaria no fallase; y la silenciosa compañía de Mingus, una amigo canino que siguió el texto con la atención de un experto.
Fuera del escenario, sin perder la sonrisa y pendiente hasta el último detalle, nuestra querida Marisa, una pieza imprescindible en esta jornada solidaria y mágica. Gracias, amiga.
Para Teatropello fue una gran experiencia que esperamos poder repetir muy pronto.
